Empiezan las fechas del año con más eventos: cenas, comidas, aperitivos y todo tipo de quedadas (con responsabilidad, por supuesto) y es que aprovechamos para reencontrarnos con esas personas que hace tiempo que no vemos y que las Navidades nos traen de vuelta.

Y, con esta cantidad de eventos, llegan los excesos en las comidas y la falta de horas de descanso y eso se refleja sobre todo en el aspecto de la piel. Relajamos las rutinas de higiene de la piel y del sueño. Bebemos más alcohol (más cantidad y con más frecuencia) y cambiamos nuestra alimentación (ingiriendo más dulces y grasas de lo habitual).

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Así que justo cuando tenemos una fiesta y queremos estar estupend@s después de tantos días de encuentros, la piel muestra más imperfecciones y pierde su brillo y luminosidad. Y es que la piel se deshidrata en cuanto dejamos de lado las rutinas de cuidado.

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Consejos para una piel radiante

Por lo que si queremos que nuestra piel luzca radiante, joven y sana en estas fechas (y siempre) debemos tener en cuenta los siguientes tips:

  • Hidratación, hidratación y más hidratación

Cuanto más hidratada esté nuestra piel, más tardarán en aparecer las arrugas. Y, ¿Cómo hidratar la piel? Pues bebiendo agua todos los días. Entre 1 y 2 litros según la constitución y las necesidades de cada uno. Y como además en estas fiestas comemos y bebemos más, pues habrá que estar más pendiente de la hidratación. Dicen que un truco es beber un vaso de agua antes de acostarse, ya que según la Medicina Tradicional China, es durante el sueño cuando nuestros órganos trabajan a pleno rendimiento para desintoxicar nuestro cuerpo.

  • Buena alimentación

Los días que no tenemos ningún plan, intentar ser impecables con lo que ingerimos: caldos de verduras, pescado, fruta y en general productos no procesados.

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  • Descanso

Aprovechemos para acostarnos temprano y mantener las rutinas de sueño, por lo menos los días laborables.

  • Tratamientos

Darnos un lujo de vez en cuando, como un masaje o una tarde en un centro de belleza (exfoliación, hidratación…). No estamos hablando solo de la piel del rostro, también es importante cuidar el resto de la piel del cuerpo. Uno de los tratamientos de los que más hemos oído hablar últimamente es el tratamiento con Radiofrecuencia y es en el que nos centraremos a continuación.

Tratamiento de Radiofrecuencia

Tratamiento de Radiofrecuencia facial y corporal

El tratamiento de radiofrecuencia se emplea para devolver a la piel su tersura y firmeza. Tanto del cuerpo como del rostro. Mediante unas ondas de alta frecuencia que llegan hasta las capas más profundas de la piel trabajando desde dentro hacia fuera.

El equipo de radiofrecuencia transmite calor a la piel aumentando la temperatura hasta aproximadamente 40º provocando así el calentamiento controlado de las diferentes capas de la dermis. Este calor se consigue con unas ondas electromagnéticas que oscilan en un campo magnético de forma simultánea. Dentro de este campo eléctrico, las polaridades cambian de positivo a negativo de forma alterna provocando el calentamiento de los tejidos, lo que motiva el incremento del flujo sanguíneo, la activación celular, la oxigenación de los tejidos, favorece la formación de nuevo colágeno y elastina responsables de que la piel esté más firme y tersa.

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Beneficios del tratamiento de Radiofrecuencia.

  • Formación de nuevo colágeno y como consecuencia, la reducción de las arrugas y flacidez. De hecho mejora la firmeza de la piel.
  • La circulación de la piel y el tejido subcutáneo. Se mantendrá a largo plazo si seguimos una dieta adecuada.
  • El calor emitido en la piel y en el tejido graso subcutáneo mejora el aspecto de la piel. Se verá más lisa y tensa.
  • El calor mejora el drenaje del sistema linfático por lo tanto,  la eliminación de toxinas y al exceso de líquido.
  • La mejora del sistema linfático eliminará una parte de la celulitis encontrada en las capas superficiales de la piel.

Aunque a veces ya se notan algo los efectos desde la primera sesión, es a partir de 6-8 sesiones es cuando los cambios son más visibles. El efecto es acumulativo, cuantas más sesiones, más se nota el tratamiento. Aunque también depende de cada persona, la dieta y el tipo de vida.  Y es que cada persona es diferente y probablemente los resultados nunca serán iguales.

Tipos de tratamientos de Radiofrecuencia

Radiofrecuencia Monopolar

La radiofrecuencia es más intensa y el tiempo de calentamiento es más rápido. Aunque la penetración en el tejido es mayor puede resultar algo dolorosa. Utiliza calentamiento dérmico profundo para mejorar la circulación y el flujo sanguíneo hacia el tejido conectivo. El proceso facilita el drenaje de líquidos y toxinas intercelulares, reduciendo así la acumulación de celulitis y grasas.

Radiofrecuencia Bipolar

El calentamiento es más controlado y el tratamiento más superficial. Se puede trabajar para solucionar un problema de forma más localizada y con mayor control. Se utiliza donde la piel es más fina y más delicada.  El calentamiento dérmico superficial provoca la contracción del colágeno que resulta en la tonificación de la piel, apretando, y elevando. La técnica es más superficial, y por lo tanto son menos intensos que monopolares.

Radiofrecuencia Indiba

En su momento, hicimos un post sobre este tipo de radiofrecuencia. Si quieres puedes echar un vistazo aquí.

Riesgos y Contraindicaciones

Los aparatos de radiofrecuencia son de última generación y existen pocas posibilidades de causar quemaduras, pero este es uno de los riesgos más graves, hacerse una quemadura en la piel por mal uso del equipo.  El profesional siempre debe de estar muy atento en todo momento para no pasar de la temperatura recomendada.

Al terminar cada sesión puede ser que la piel presente algo de enrojecimiento que tarda muy poco tiempo en desaparecer.

El tratamiento es adecuado para personas adultas que no tengan problemas o patologías en la piel. Además, está contraindicado en los siguientes casos:

  • La presencia de prótesis, implantes, marcapasos.
  • Embarazo, lactancia o menstruación
  • Presión arterial alta o hipertensión severa.
  • Heridas, eczema, inflamación activa de la piel.
  • Enfermedades oncológicas.
Pero siempre es importante antes de someterse a una sesión de radiofrecuencia que un médico examine el estado general del paciente y compruebe que no existe algún problema que pudiera contraindicar su uso. Y siempre, siempre, siempre, ponerse en manos de profesionales cualificados y con experiencia.