Estoy convencida de que podríamos dividir al mundo en dos equipos sólo con una pregunta: ¿Y tú que eres de Café o de Té?. En Iberomed, ya tenemos los equipos hechos.
Resulta que el café y el té son las bebidas más consumidas del mundo. “Sólo” dos billones de personas consumen (al menos) una taza de té diaria, frente a los mil cuatrocientos millones diarios de tazas de café. De media, cada persona consume 1,3 kilos de café en un año, frente al 1,1 Kg anuales de Té por persona en el mundo. Pero hay que tener en cuenta que en algunos países, por ejemplo en Turquía se beben 3 kgs de Té al año por persona! Pero ojo… que va seguido de nuestros vecinos de Irlanda con 2,18 Kg por persona!
Así que la preferencia entre uno u otro parece que va por culturas y áreas geográficas:
- Tradicionalmente, se sabe que el té induce a la relajación después de un largo día. En países como Turquía y en prácticamente todos los orientales (sobre todo China, India, Indonesia y Japón) está fuertemente asociado a la Ceremonia del Té. Se ofrece en todas partes como regalo de bienvenida y agradecimiento. Y es una costumbre que se practica tanto a nivel personal como profesional.
- En cambio, el café está asociado al aumento de energía, concentración y capacidad intelectual, sobre todo por la mañana. ¿Quién sale de casa sin un café? Aquí es imposible!!! El café es la bebida predilecta en varios países de Europa. Aunque también de Canadá, Corea del Sur y Brasil.
Índice
Curiosidades que quizás no sabías sobre el Té y el Café
- Hemos oído hablar de la cafeína y de la teína como dos sustancias pero resulta que se trata de la misma molécula originada en plantas diferentes. Esta molécula según en el alimento que se presente toma diversos nombres. Plantas como guaraná, mate o cacao, también llevan cafeína. Y los efectos en el cuerpo varían según el resto de componentes de cada planta en conjunto.
- La cantidad de cafeína que se toma en cada taza de té puede ser una décima parte del café, y eso es porque del café se consume todo el grano, mientras que de las hojas de té se desechan y ahí desaparece una parte significativa de la cafeína que se produce de forma natural.
- Así que es un hecho que el café tiene más cafeína que el té, aunque como curiosidad, hay que saber que las hojas de té contienen más cafeína que los granos de café sin filtrar.
- El efecto del café es más rápido pero desaparece antes.
- El té estimula pero de forma más lenta y mantenida.
Café o Té, ¿cuál es la mejor opción?
- Ambos, té y café, se relacionan consistentemente con menor riesgo de mortalidad, especialmente por enfermedades cardiovasculares.
- Según una investigación realizada en Portugal el café reduce el riesgo de la enfermedad de Parkinson. Pero también el consumo de Té está asociado con una mayor protección en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson y prevención del alzhéimer.
- El consumo de café también se asocia a menor mortalidad reduciendo el riesgo de padecer además de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2.
- El café puede ayudar a evitar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer como el de mama, el de próstata, el de piel o el de hígado, pero predispone frente a otros.
- El café es un factor de riesgo para la descalcificación progresiva de los huesos (osteoporosis) y si consumes café en exceso, no ayuda a eliminar la celulitis porque deshidrata, y no nos permite desintoxicar bien el organismo.
- Una sola taza de café aporta riboflavina (vitamina B2) ácido pantoténico (vitamina B5), manganeso, potasio, magnesio y niacina.
- Si comparamos el café natural con el torrefacto es mejor el natural, ya que el torrefacto es un café tostado y en ese proceso se añade azúcar.
- Parece ser que tomar cuatro tazas de té al día a medio y largo plazo, ayuda al organismo a reducir la producción de la hormona del estrés, así que más que un excitante podría ser un gran aliado para combatir la ansiedad.
- Los investigadores, de la Universidad de Tohoku (Japón), encontraron que los consumidores habituales de té verde son más ágiles e independientes con el paso del tiempo y tienen menos dificultades para moverse, vestirse o bañarse. El estudio fue realizado con casi 14.000 personas mayores de 65 años en dónde además, se incluía cuestiones sobre otros hábitos de salud.
- Parece ser que tanto del té verde como del té negro tienen un fuerte impacto en el microbioma intestinal, según expertos del Centro de Nutrición Humana de la UCLA, ya que los resultados de los estudios sugieren que son prebióticos y que inducen el crecimiento de microorganismos que contribuyen al bienestar del sistema digestivo.
- Los tés menos procesados como el té negro y el té verde varían en cantidad de cafeína y suelen ser los más fuertes. Por norma general los tés más fuertes contienen alrededor de 70 a 90 miligramos de cafeína.
- Muchos Tés contienen un aminoácido conocido como l-teanina. Este aminoácido ayuda a aumentar el estado de alerta, pero entrega la energía más suavemente que el café.
Efectos de la cafeína
- La cafeína estimula el sistema nervioso central, generando un mayor estado de alerta y concentración que puede ayudar al aprendizaje.
- Reduce la sensación de cansancio. De hecho, la cafeína mejora el rendimiento deportivo gracias al efecto que produce en el organismo.
- La cafeína comienza a hacer efecto a los 15 minutos. Entre los 45 minutos y la hora se localiza su pico máximo de influencia y pasadas unas 4 horas habrá sido depurada totalmente de nuestro organismo.
- Demasiada cafeína se ha relacionado con una variedad de dolencias que incluyen migrañas y náuseas.
- Puede aumentar temporalmente la tensión arterial, sobre todo con el café.
- Un exceso de cafeína, puede causar efectos como temblores, taquicardia, nerviosismo, sudoración, ya que la cafeína tiene un efecto de habituación. Pero estos efectos secundarios pueden variar en cada persona, o puede ser que no aparezcan. Ya que dependen de otros factores como la salud, nutrición, sueño adecuado, constitución física…
Y, en conclusión, ¿café o té?
Pues no hemos llegado a ninguna conclusión, ni encontrado ningún “documento oficial” que se posicione claramente. Y después de leer los resultados de algún estudio, lo que sí hemos sacado en claro es que tanto factores culturales, como personales hacen que nos inclinemos hacia uno u otro.
Desde luego que cualquiera de los dos hábitos probablemente estén bien y hasta aporten beneficios pero siempre hablando de un consumo moderado. Además, cada uno debemos valorar nuestros hábitos de vida y preferencias, teniendo en cuenta las necesidades y el conocimiento de nuestro propio cuerpo. Por ejemplo, si sentimos como efecto secundario de la cafeína, nerviosismo, insomnio, acidez estomacal… Tenemos que valorar la necesidad de reducir o eliminar la cafeína de nuestros hábitos.
Yo no salgo de casa sin haber tomado un café. Y durante el resto del día me paso al Té…
Y vosotros?