La cadena de supervivencia en primeros auxilios, se refiere a una serie de acciones que realizadas de forma consecutiva en un período corto de tiempo, permiten que las posibilidades de supervivencia de la víctima sean mayores y que, los daños y secuelas que pueda ocasionar disminuyan.
Esta cadena es de vital importancia para la evolución en la vida del paciente; y está pensada para que cualquier persona sea capaz de darse cuenta que algo va mal y actúe con rapidez.
En la cadena de supervivencia intervienen personas sin conocimientos de primeros auxilios, de ahí la importancia de la preparación de la población en formación de RCP o reanimación cardiopulmonar.
Índice
Eslabones de la cadena de supervivencia
- Reconocimiento y petición ayuda
- Reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediata
- Desfibrilación rápida.
- Soporte Vital Avanzado efectivo y continuidad de los cuidados.
Reconocimiento y petición ayuda
La primera acción a llevar a cabo de la cadena de supervivencia, consta en 2 fases:
- Reconocer la situación de emergencia.
- Llamar al 112.
Es imprescindible, dar información concreta y objetiva de lo que está sucediendo y atender las indicaciones telefónicas que nos darán. Para ello es necesario intentar mantener la calma.
En esta evaluación rápida de la situación, comprobaremos si la víctima responde y si respira. Si lo hace, se recomienda colocarla en posición lateral de seguridad.
Si no responde y no respira, es el momento de pasar al siguiente paso.
Reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediata
El segundo paso de la cadena de supervivencia es comenzar lo antes posible con la maniobra de Reanimación Cardiopulmonar o RCP. Cuanto antes y mejor empecemos con esta maniobra mejor será y más rápido recuperaremos el pulso espontáneo y menores serán las secuelas neurológicas. Hay que tener muy presente, que el lugar donde la realicemos debe ser seguro para el reanimador y el paciente.
La RCP básica sustituye las funciones vitales que han cesado, las células del organismo dejan de recibir oxígeno y todos los órganos vitales son muy sensibles a este déficit. Las tasas de supervivencia aumentan cuando la reanimación se inicia antes de la llegada de los servicios de emergencias médicas.
Desfibrilación rápida
La desfibrilación precoz es el acceso a los desfibriladores externos semiautomáticos por parte de la ciudadanía o personal no sanitario. Hay que tener en cuenta que para poder utilizarlos se debe haber hecho un curso para el uso de desfibriladores.
Por cada minuto que tardemos en realizar la descarga eléctrica las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10% aproximadamente. La realización de una desfibrilación en los 3-5 minutos después del paro puede conseguir una supervivencia de hasta el 50-70%.
Soporte Vital Avanzado efectivo y continuidad de los cuidados
El soporte vital avanzado y los cuidados post-resucitación supondrán el último eslabón, igual en importancia que todos los anteriores. Será el personal sanitario especializado quien nos lo garantice.
Tipos de formación en RCP, SVB y SVA.
Como vemos, la cadena de supervivencia es clave para aumentar las posibilidades de cualquier persona de seguir con vida y que las posibles secuelas que le queden sean mínimas. Por lo que para ello es muy importante tener algún tipo de formación en Soporte Vital Básico.
Para personas de a pie que nos son profesionales sanitarios, recomendamos realizar cualquier curso homologado de Soporte Vital Básico y el de formación en el uso de desfibriladores.
Para los profesionales sanitarios, médic@s o enfermer@s, así como los profesionales en emergencias sanitarias existen gran variedad de cursos en Soporte Vital Avanzado.
Desde Iberomed os animamos a que realicéis algún curso para que así entre todos podamos salvar cuantas más vidas sean posibles.