En entornos médicos y clínicos, las mascarillas quirúrgicas son un elemento esencial para controlar la propagación de enfermedades infecciosas y proteger tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios. Estas mascarillas funcionan como barreras de protección, reduciendo la transmisión de microorganismos que podrían afectar la salud de quienes están expuestos a fluidos corporales o entornos con alta carga de bacterias y virus. En este artículo profundizaremos en qué son las mascarillas quirúrgicas, cómo deben usarse y cuál es su función principal en la prevención de infecciones.
Índice
¿Qué es una mascarilla quirúrgica?
Las mascarillas quirúrgicas son dispositivos médicos diseñados para cubrir la boca, nariz y mandíbula, creando una barrera física que bloquea las gotas respiratorias, saliva y fluidos potencialmente infecciosos. A diferencia de las mascarillas de protección respiratoria (como las FFP2 o FFP3), cuyo objetivo principal es proteger al usuario de la inhalación de aerosoles, las mascarillas quirúrgicas están orientadas a proteger el entorno del usuario y a otros individuos de posibles contaminantes biológicos, especialmente en entornos médicos.
Estas mascarillas suelen estar fabricadas con capas de material no tejido (non-woven) que tienen propiedades filtrantes y, a la vez, permiten el paso de aire, asegurando así una adecuada respirabilidad. Las mascarillas quirúrgicas se clasifican en varios tipos (Tipo I, II y IIR) de acuerdo con la Norma Europea EN 14683, que regula su eficacia de filtración bacteriana (EFB), respirabilidad y resistencia a los fluidos.
¿Cómo se usan las mascarillas quirúrgicas?
El uso correcto de las mascarillas quirúrgicas es fundamental para que cumplan su función de protección. Para colocarlas adecuadamente, es esencial seguir los siguientes pasos:
- Lavado de manos: Antes de tocar la mascarilla, se deben lavar y desinfectar las manos.
- Ajuste de la mascarilla: Colocar la mascarilla de manera que cubra completamente la nariz, boca y barbilla, asegurando un ajuste sin espacios en los laterales.
- Posicionamiento: La mascarilla debe sujetarse desde las cintas o elásticos, evitando tocar la parte frontal, que estará expuesta a contaminantes.
- Cambio y eliminación: Las mascarillas quirúrgicas son desechables y deben reemplazarse cada tres a cuatro horas, o antes si se humedecen. Al retirarlas, se deben desechar en un contenedor adecuado para evitar la propagación de posibles microorganismos.
El tiempo de uso recomendado para estas mascarillas suele ser de unas pocas horas, ya que al estar en contacto constante con el aire exhalado y la humedad de la respiración, su efectividad disminuye gradualmente.
Tipos de mascarillas quirúrgicas según la Norma Europea EN 14683
La Norma Europea EN 14683 establece tres tipos de mascarillas quirúrgicas, según sus niveles de protección y características:
- Tipo I: Estas mascarillas tienen una eficacia de filtración bacteriana (EFB) mínima del 95%. Son recomendables en entornos con menor exposición a fluidos y bacterias.
- Tipo II: Con una EFB mínima del 98%, las mascarillas de Tipo II ofrecen un nivel de protección más alto que el Tipo I, y se utilizan en áreas con mayor riesgo de exposición bacteriana.
- Tipo IIR: Estas mascarillas también tienen una EFB del 98% pero, a diferencia de las anteriores, incluyen resistencia a salpicaduras de fluidos. Esta característica las hace especialmente útiles en procedimientos donde es posible la exposición a sangre u otros fluidos corporales.
Cada tipo de mascarilla quirúrgica cumple una función específica según el nivel de riesgo, de modo que su uso adecuado es fundamental para maximizar la seguridad en diferentes contextos médicos.
Usos específicos de las mascarillas quirúrgicas
Las mascarillas quirúrgicas son ampliamente utilizadas en ambientes hospitalarios y clínicas debido a su capacidad para reducir la propagación de agentes patógenos. Algunos de los usos específicos incluyen:
- Quirófanos: Son fundamentales en el quirófano, donde protegen el campo estéril de contaminantes que podrían provenir del personal médico, evitando así la contaminación de heridas abiertas y aumentando la seguridad del paciente.
- Cuidados postoperatorios: Ayudan a proteger a pacientes con sistemas inmunológicos debilitados y minimizan el riesgo de infecciones secundarias.
- Aislamiento preventivo: En situaciones de brotes infecciosos, como la COVID-19, las mascarillas quirúrgicas son recomendadas para pacientes con síntomas respiratorios para reducir la transmisión de enfermedades.
Normativas y estándares que rigen las mascarillas quirúrgicas
Las mascarillas quirúrgicas deben cumplir con una serie de normativas y estándares que garantizan su efectividad y seguridad. Entre ellas destacan:
- Norma UNE-EN 14683:2019+AC: Esta norma especifica los requisitos de rendimiento y métodos de ensayo para las mascarillas quirúrgicas, definiendo los criterios de eficacia de filtración bacteriana (EFB), presión diferencial y resistencia a salpicaduras de fluidos para cada tipo de mascarilla.
- Directiva de Productos Sanitarios 93/42/CEE: Esta directiva europea regula los productos sanitarios y establece que las mascarillas quirúrgicas deben cumplir con ciertos estándares de calidad y seguridad.
- ISO 22609: Para las mascarillas Tipo IIR, esta norma define los métodos de prueba de resistencia a salpicaduras de fluidos.
Cumplir con estas normativas asegura que las mascarillas quirúrgicas ofrezcan una protección efectiva tanto para el personal médico como para los pacientes, reduciendo el riesgo de transmisión de infecciones.
Eficacia de las mascarillas quirúrgicas en el control de infecciones
Numerosos estudios han demostrado la efectividad de las mascarillas quirúrgicas en la prevención de enfermedades respiratorias y en el control de infecciones nosocomiales. Aunque su capacidad para proteger al usuario frente a partículas aéreas es limitada en comparación con las mascarillas FFP, cumplen un papel crucial en la contención de patógenos emitidos por el portador. Esto se debe a que están diseñadas principalmente para prevenir la diseminación de bacterias y virus de dentro hacia afuera.
Comparación: mascarillas quirúrgicas vs. mascarillas FFP
A diferencia de las mascarillas quirúrgicas, las mascarillas de protección respiratoria (como las FFP2 o FFP3) están diseñadas para filtrar tanto aerosoles como partículas más pequeñas y protegen al usuario frente a agentes infecciosos transmitidos por vía aérea. Sin embargo, su uso en ambientes médicos no siempre es necesario, ya que su nivel de protección va dirigido a entornos con mayor riesgo de exposición a contaminantes de este tipo. Las mascarillas quirúrgicas, por su parte, cumplen su función en ámbitos donde la transmisión se produce por gotitas de mayor tamaño y su principal objetivo es evitar la contaminación del ambiente y de otras personas.