El oxígeno suplementario es una herramienta esencial para mejorar la calidad de vida de personas mayores con problemas respiratorios. Sin embargo, aunque su uso puede ser beneficioso, también puede acarrear una serie de efectos secundarios en ancianos que es importante conocer y prevenir. A continuación, exploraremos en detalle todos los posibles efectos secundarios del oxígeno en ancianos, abordaremos métodos de prevención y daremos algunos consejos útiles para maximizar sus beneficios.

¿Por qué necesitan oxígeno los ancianos?

Con la edad, el sistema respiratorio y cardiovascular tiende a perder eficiencia. Muchas personas mayores experimentan dificultades para respirar, ya sea debido a enfermedades crónicas o a un deterioro natural en la función pulmonar. El oxígeno suplementario se convierte en una solución necesaria para aquellos que padecen afecciones como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardíaca, neumonía, fibrosis pulmonar y apnea del sueño. Estos problemas de salud reducen los niveles de oxígeno en sangre, limitando las actividades diarias y la calidad de vida.

Lista completa de efectos secundarios del oxígeno en ancianos

Sequedad nasal y congestión

La administración de oxígeno a través de cánulas nasales puede provocar sequedad en las fosas nasales, llevando a congestión, molestias, y en ocasiones, incluso a sangrado nasal. Esto es especialmente común cuando el oxígeno se suministra sin humidificación.

Irritación de la piel

El uso prolongado de mascarillas o cánulas nasales puede causar irritación en la piel. Las áreas más afectadas suelen ser la nariz, las orejas y la piel alrededor de la boca. La presión y fricción constante pueden resultar en enrojecimiento, molestias y, en algunos casos, úlceras cutáneas.

Toxicidad por oxígeno

Aunque el oxígeno es vital, administrarlo en concentraciones excesivamente altas o por periodos prolongados puede causar toxicidad. Esta condición, conocida como toxicidad por oxígeno, puede provocar daños en los tejidos pulmonares, inflamación y, en casos extremos, fibrosis pulmonar. Este efecto es particularmente relevante en tratamientos intensivos a largo plazo.

Retención de dióxido de carbono

Para algunos pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, especialmente aquellos con EPOC, el uso de oxígeno puede disminuir su impulso respiratorio, generando una acumulación de dióxido de carbono en la sangre, conocida como hipercapnia. Esta condición puede ser peligrosa y requiere ajuste cuidadoso en la administración del oxígeno.

Problemas oculares

En casos raros, el uso prolongado de oxígeno puede afectar la salud ocular, especialmente en personas mayores con afecciones preexistentes o en neonatos prematuros. La exposición a niveles elevados de oxígeno puede dañar la retina y provocar pérdida visual en algunos pacientes.

Fatiga y debilidad muscular

A pesar de que el oxígeno suplementario suele aumentar los niveles de energía, algunas personas mayores pueden experimentar fatiga o debilidad muscular tras su uso. Estos síntomas pueden deberse al ajuste del cuerpo al oxígeno adicional o a la progresión de la condición médica subyacente.

Sensación de mareo y confusión

Es común que las personas mayores experimenten mareos y confusión al iniciar la terapia de oxígeno. Esto se debe a los cambios en la presión de oxígeno en el cuerpo, y estos efectos suelen disminuir a medida que el organismo se adapta. Sin embargo, es importante supervisar estos síntomas para evitar caídas u otros problemas de movilidad.

Cambios en la presión arterial

El uso de oxígeno puede influir en la presión arterial, con algunos pacientes experimentando incrementos o disminuciones. Esto es especialmente relevante en aquellos con enfermedades cardiovasculares. Por ello, es importante que el oxígeno se administre bajo supervisión médica para asegurar un control adecuado de la presión arterial.

Infecciones respiratorias

El uso de dispositivos de administración de oxígeno, como mascarillas y cánulas, puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias si no se limpian adecuadamente. Estos dispositivos pueden acumular gérmenes que afectan las vías respiratorias superiores, incrementando el riesgo de infecciones en personas mayores, que suelen tener un sistema inmunitario más debilitado.

¿Cómo prevenir los efectos secundarios del oxígeno en ancianos?

Humedecer el oxígeno

Añadir humidificación al oxígeno puede reducir la sequedad nasal y evitar la congestión. Los sistemas de oxígeno con humidificadores permiten que el aire respirado sea más cómodo y menos irritante para las vías respiratorias.

Cuidar la piel

Para evitar irritaciones, se recomienda limpiar los dispositivos diariamente y ajustar las cánulas o mascarillas para evitar puntos de presión. Además, se pueden aplicar cremas hidratantes en las áreas afectadas, siempre consultando previamente con el médico para evitar interacciones adversas.

Monitoreo regular

El uso de un oxímetro de pulso permite controlar los niveles de oxígeno en sangre y ajustar la dosis según las necesidades del paciente. Realizar análisis de gases en sangre periódicos también ayuda a asegurar que los niveles de oxígeno y dióxido de carbono estén en un rango seguro.

Educar al paciente y al cuidador

Instruir a los pacientes y cuidadores sobre el uso correcto del oxígeno, el mantenimiento de los dispositivos y los síntomas de posibles complicaciones es fundamental para mejorar la experiencia del paciente y evitar problemas graves.

Mantener una buena hidratación y alimentación

La hidratación adecuada y una dieta equilibrada ayudan a mejorar la resistencia del cuerpo y a minimizar algunos efectos secundarios, como la sequedad de las mucosas y la fatiga muscular.

Reposicionamiento y comodidad

Para evitar daños en la piel y mejorar la circulación, es recomendable cambiar de posición regularmente y usar almohadillas en las zonas de contacto constante con los dispositivos de oxígeno.

Alternativas al uso prolongado de oxígeno en ancianos

Para aquellos pacientes que experimentan efectos secundarios severos o que requieren alternativas al oxígeno suplementario, existen opciones como:

  • Terapia de rehabilitación pulmonar: programas supervisados que incluyen ejercicios de respiración y fortalecimiento muscular.
  • Medicamentos: en algunos casos, los médicos pueden ajustar tratamientos farmacológicos para mejorar la función respiratoria sin depender únicamente del oxígeno.
  • Ambientes sin humo y con aire limpio: evitar la exposición a contaminantes y mantener espacios bien ventilados.
  • Terapias respiratorias no invasivas: como la ventilación no invasiva, que pueden reducir la dependencia del oxígeno en algunos pacientes.

¿Qué organismo determina en España los efectos secundarios del oxígeno en ancianos?

El control de los efectos secundarios de la oxigenoterapia en ancianos en España lo supervisan principalmente los profesionales de salud en colaboración con el Ministerio de Sanidad y el Sistema Nacional de Salud (SNS). Este manejo incluye ajustar la dosis y administración de oxígeno para minimizar efectos secundarios como sequedad nasal o toxicidad pulmonar

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